Las cinco clases de agencias de traducción con las que NO quieres trabajar (y II)

Las agencias de traducción con las que no quieres trabajar
Sigue el artículo con tres tipos más de agencias de traducción con las que no quieres trabajar (las dos primeras ya se describieron en la primera parte)… Creo haber cubierto casi todos los casos más frecuentes de agencias de traducción que no convienen como clientes en estos dos artículos así que de ti depende ahora ver las características — [en inglés: «telltale signs«] — de estas agencias y darles esquinazo… Lo antes posible, por favor.
3.- Agencia de traducción “pido revisiones urgentes todos los días porque saco los proyectos a gente que cobra la mitad o menos que tú y quiero ahorrarme pasta”
Esta es otra variante de la agencia con las que no quieres trabajar del primer artículo de la serie (punto 2: agencias que solo piden traducciones urgentes y pequeñas). Se trata de agencias que han deslocalizado la traducción a otros países más económicos y – frecuentemente – incluso los PMs se encuentran en cualquier país emergente del este de Europa o de cualquier sitio — porque es prioritario el ahorro… El suyo, claro, porque a ti no te ahorran ni tiempo ni dinero.
Había una de estas que me llamaban antes que tenían alguna PM en algún país exótico del este de Europa, en Letonia o en Kosovo, no me acuerdo. El caso es que eran siempre revisiones urgentes de X palabras * tarifa de revisión y eran unas cantidades irrisorias las que salían de 30 euros, 25 euros, 27 euros… Pero el agobio que metían haciendo llamadas perdidas (incluso si estabas trabajando en las oficinas de un cliente y les decías que no les podías atender) era considerable.
SOLUCIÓN: hay poco que hacer porque es evidente que las traducciones ya se las han sacado a gente que cobra 4 o 5 céntimos o cualquier cantidad irrisoria y, por eso, solo te quieren para hacer revisiones baratas que les sirvan para convertir una traducción barata en una aceptable o medianamente aceptable ahorrando unos centimillos. Generalmente no tienen la menor intención de darte trabajos mejores porque «trabajes bien» y solo te vendrá más de lo mismo (que no te interesa).
Puede interesarte si las traducciones están muy muy bien y no hay que revisar mucho (no siempre es el caso porque lo van haciendo con traductores distintos y unos son mejores y otros peores), si no hay que hacer muchas tareas administrativas, actualizaciones de memorias, etc.
OTRAS SOLUCIONES / IDEAS:
– Puedes subirles la tarifa de revisión y que sea, por lo menos, la mitad de la tarifa de traducción que tengas establecida. Por ejemplo: que sean 3 o 4 céntimos de tarifa de revisión como mínimo.
– Puedes ponerles un mínimo por revisión que compense la disponibilidad y el esfuerzo, según lo que estimes que es el mínimo (que no van a ser ni 20 ni 30 euros).
– Puedes incrementarles la tarifa por urgencia (igual que se haría con una traducción) y poner un 25% a 50% de recargo en función de la urgencia que exista. Por ejemplo: 25% para el día siguiente (24 horas) y 50% para el mismo día (menos de 24 horas).
Por supuesto que no interesa nada de «palabras repetidas» ni nada por el estilo porque en revisión se revisa todo y no se trabaja NUNCA con palabras repetidas ni fuzzies ni nada de eso (y si te dicen eso es que te están engañando porque no se trabaja así en revisión nunca). Aunque de cuando en cuando surja alguna persona que hable de repetidas en revisiones, de toda la vida nunca ha existido eso porque no tiene ninguna lógica ni sentido.
4.- Agencia de traducción “me invento los recuentos”. “Son 100 palabras”
Son una clase de agencias de traducción que ha surgido en la traducción jurada (sobre todo) y es porque no han bajado (nominalmente) las tarifas PERO la solución que han encontrado es dar unos recuentos por debajo de los reales siempre.
En estas agencias casi todo tiene 100 palabras o tiene 200. Muchas veces al cliente le cobran por página o mínimos por documento y por encargo y les da un poco igual (o, al menos, eso dicen…).
Muy pronto verás que los documentos no tienen cien palabras ni doscientas y que te están saliendo en Word unos recuentos que duplican esas cifras. Si es una traducción al español puede existir un incremento de palabras del 15% pero si es al inglés en ningún caso el recuento destino puede superar el de origen.
SOLUCIONES:
Una idea es guardar un Excel o incluso tabla en Word con los recuentos de los documentos más comunes que traduces (partidas de nacimiento, certificados de penales…). Así puedes saber los recuentos reales y que lo que te está diciendo la agencia es mentira.
Ponerles en cada entrega de encargo (e incluso en las facturas) un desglose del recuento real frente al recuento falso proporcionado por ellos.
Por ejemplo: expediente – facturado 1.500 palabras (palabras finales 2.200 – diferencia: 700). Una vez leí que los servicios que se dan gratuitamente hay que ponerlos siempre en las facturas e indicarlo para que el cliente sepa que eso es un servicio que normalmente se cobra y que se está dando gratis.
Esto se pone como dato (no hace falta que te quejes ni que les insultes ni nada, simplemente lo añades como dato de interés en el mail y en la factura del encargo). Todo muy «matter of fact«.
Si al cabo de un tiempo ves que no rectifican y siguen en la misma línea (normalmente no rectifican porque no se trata de un error o un descuido: es a propósito), lo que tienes que hacer urgentemente es dejar a estas agencias y buscarte agencias nuevas que te paguen el recuento justo por tu trabajo. También al hacer el desglose que te he recomendado verás en cada factura cuánto te ha costado la «broma» y empezarás a darte cuenta de lo mucho que estás perdiendo.
OTRAS SOLUCIONES / IDEAS:
– Cobrar siempre mínimo de traducción, por encargo y por documento y así se pueden volver agencias de traducción con las que sí quieres trabajar, porque te interesa.
5.- Agencia de traducción “colorines guarripei”
Esta es la última variedad de agencias con las que no interesa trabajar. Se trata de agencias que han recortado bastante porque sus negocios funcionan poco o no funcionan y frecuentemente han recurrido al becasourcing**.
El becasourcing es una modalidad que ha aflorado en España (es parecido al crowdsourcing – traducción gratuita o muy barata y no profesional o semi-profesional) y es que contratan a una serie de becarios a los que normalmente no pagan nada o casi nada y como no saben traducir pero saben (generalmente) copiar y pagar, lo que hacen es copiar y pegar partes de traducciones antiguas (que pueden ser incluso tuyas) en traducciones nuevas y marcarlas en colorines para que no las traduzcas y ahorrarse estas palabras.
Como no tienen TAO ni Trados ni nada por el estilo porque no tienen dinero ni para eso, lo que hacen es copiar y pegar comparando documentos nuevos y documentos ya traducidos y luego envían un documento con partes marcadas en todos los colores: en verde, en amarillo, en turquesa, en violeta, en fucsia… Así, de una traducción que a lo mejor son 3 mil palabras solo hay que traducir partes sueltas en algún color y revisar otras en otro color y así te pueden pagar mil palabras o cualquier tontería que estimen.

El pequeño Pony Arcoiris trabajando en una agencia de traducción con las que no quieres trabajar
Para marcar colorines están las niñitas que se entretienen un montón con esta labor y mandan mails muy detallados del esquema de colorines que han seguido en cada caso. Así:
«Hola, Leoncito: te mando la lista de colorines que hemos hecho de esta traducción… Aysh, nos ha costado muchísimo pero… ¡¡esperamos haber acertado en todo!! Como somos todas nuevas, no tenemos mucha idea de nada pero nos esforzamos mucho con los cero euros que nos pagan al mes y es súper diver el trabajo de traductoras y estamos muy ilusionadas todas con ser traductoras en el futuro… Bueno, no me enrollo más xD… ¡¡Aquí tienes nuestra listita de colorines!!
VERDE– Son traducciones que hizo otra traductora que copipegamos.
AMARILLO– Son tus traducciones que hiciste la otra vez.
TURQUESA– ¡¡Lo hemos puesto nosotras!! A ver qué te parece, ji, ji, ju.
ROJO– No hay que traducirlo.
VIOLETA CLARITO– Es lo que hay que traducir :)))
NARANJA– Lo ha puesto la niña de por la tarde y no tengo ni idea porque yo soy la niña de por las mañanas :)) xDDD…«
Y, así, todo… UNA PENA A LO QUE SE HA LLEGADO.
[REFLEXIÓN APARTE: **Digo que debe de ser becasourcing porque pensando en cuando tenía yo alguna becaria cobraban (con el contrato en prácticas) entre 800 y 1.200 euros al mes más cualquier burrada en seguridad social de la empresa (el 42% adicional) así que como mínimo estaban costando 20 – 30 euros por hora cada una a la empresa y no salía rentable que estuvieran toda una mañana haciendo el gilipollas con colorines.]
Lógicamente con este sistema de trabajo de colorines ni se ahorra nada ni tiene ningún futuro ni para ti ni para la empresa que lo hace.
SOLUCIÓN:
No hay muchas soluciones para este tipo de empresas porque no parece que tengan un proyecto de negocio viable. Lo que puedes hacer es cobrar las palabras nuevas a tarifa de traducción y todas las demás (con colorines o no) a tarifa de revisión (como mínimo: la mitad de la tarifa de traducción).
Si vienen con alguna historia de «palabras repetidas», les dices que eso solo lo aplicas cuando se trabaja con una TAO (como Trados) porque, de lo contrario, no tienes ninguna manera de objetivarlo (no puedes ver si realmente son repetidas o no) y, en segundo lugar, no puedes dar al botón simplemente (si están repetidas) y tienes que leértelas igualmente (y por eso cobras tarifa de revisión).
Seguramente no les interesará y buscarán a otra gilipollas que les revise los colorines y así hasta que cierren… Que poco les debe de faltar para cerrar. Así que nada: tú a lo tuyo y a buscar otros clientes porque una empresa que hace eso es que no tiene futuro…
¡¡Espero que os haya servido y que aplicando estos consejos realmente tengáis un PRÓSPERO AÑO 2014!! Primero lo hemos deseado y ahora, ya adentrados en el año, lo que hace falta es aplicarlo y que sea verdad…
Y os dejo con otro temilla de Hip Hop. En palabras (muy explícitas) de esta rapera de los «drill rappers» de Chicago. «I need a hitta (ganador), cash-down n****, ‘cos I’m a lady hitta…» Katie Got Bandz (bandz = dólares / viene de: fajos de billetes envueltos con una goma).
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Me encanta tu artículo. Me has hecho reír un buen rato y lo del pequeño Poni Arcoíris… ¡Sin palabras! Gracias por este momento y por este artículo tan acertado y cierto. Saludos.
Jajaja. Me parto: «¡¡Lo hemos puesto nosotras!! A ver qué te parece, ji, ji, ju.»