La inteligencia artificial ¿es mala o buena?
La inteligencia artificial ha llegado a nuestras vidas y parece que es para quedarse. Esto significa que debemos darle un trato especial como seres humanos a la hora de involucrarla en nuestra vida cotidiana. Primeramente debemos recalcar que las IAs no son ni malas ni buenas, como todos los avances tecnológicos debemos tener en cuenta que son los usos los que hacen tildar de bien o mal a estos avances, por lo que es importante que las personas que trabajan en ellas tengan algunos temas en el punto de mira.
Hoy en día, a lo que los científicos se enfrentan con las inteligencias artificiales es sobre todo a dos aspectos, el primero es su adaptabilidad a la vida cotidiana y el segundo la responsabilidad ética que conlleva una inteligencia artificial. Es por eso que nos vamos a detener en estas dos importantes variables.
La inteligencia artificial en la vida cotidiana
La IA se ha integrado en muchas aplicaciones y dispositivos de uso diario, hablamos de asistentes virtuales como Siri, Alexa, chatbots, sistemas de recomendación o redes sociales. Debemos tener en cuenta con estos dispositivos que estamos dando información sobre cómo somos, las necesidades que tenemos, que consumimos, que nos gusta… Las empresas dueñas de esta información la utilizan para generar anuncios que nos crean necesidades, por lo que es importante que tengamos en cuenta y tengamos percepción de ello. En este punto es importante también fijarse en los algoritmos, todos los que disponemos de redes sociales nos damos cuenta de que siempre nos salen vídeos en los que podemos estar interesados, esto ocurre por los algoritmos. Cuando damos un simple me gusta a una imagen de una página en una red social, estamos dando mucha información sobre nosotros, de esta manera la red social nos asocia a un perfil y nos recomendará cuentas en las que podemos estar interesados para que pasemos el máximo tiempo posible en la red social en cuestión.
IA y políticas de ética y responsabilidad
Según va avanzando la IA volviéndose más presente en nuestra vida, las preocupaciones éticas relacionadas con la privacidad, la discriminación del algoritmo y la toma de decisiones autónomas van ganando importancia. Es por eso que toda la comunidad científica y las empresas deberían desarrollar prácticas éticas y transparentes en el diseño y uso de las inteligencias artificiales. En muchas empresas que están hoy en día trabajando con IAs se han creado ya comités éticos formados por psicólogos y filósofos. Según la IA va desarrollando capacidad de comprensión, las decisiones se vuelven cada vez más parecidas a las que pueden ser decisiones humanas, la interpretabilidad y las explicaciones de los modelos de las inteligencias artificiales deben ser áreas de investigación activas para controlar las tendencias de las mismas. Hay campos incluso en que la inteligencia artificial está colaborando directamente con la inteligencia humana, la colaboración entre humanos y los sistemas de IAs se está volviendo común en campos como la medicina o la creatividad artística, pero siempre teniendo en cuenta que es la parte humana la que lleva las riendas de la toma de decisiones finales en los proyectos. Es por eso que es importante definir una ética, hay que tener comités activos donde se controlen estos algoritmos y tendencias en el camino de las inteligencias artificiales.
Inteligencia Artificial y Ser humano
Hay que entender que por muchos avances que haga la inteligencia artificial hay unas tangentes a las que nunca podrá llegar comparadas con el ser humano, y esto es lo que hace que las inteligencias artificiales dependan siempre de comités o de personas a cargo de estas, porqué un ser humano tiene un proceso biológico evolutivo y una conciencia general, algo de lo que carecen las inteligencias artificiales. Otro motivo por el que las inteligencias no van a llegar al nivel de los seres humanos es la experiencia, a través de las experiencias y de las emociones como seres humanos tenemos una toma de decisión que se pueden adaptar mejor a lo que se necesita en cada momento, este puede que sea el aspecto más significativo a tener en cuenta en el momento en el que se utilizan las IAs. Como seres humanos debemos tener en cuenta a las tecnologías, pero siempre teniendo en cuenta nuestra condición humana por encima de estas y controlando sus tendencias, en el momento en el que aplicamos la tecnología a la vida cotidiana debe ser una herramienta para facilitarnos la vida y siempre haciéndolo desde una postura que no transgreda la ética humana.
Compromiso con la traducción
Hemos visto que la inteligencia artificial puede tener muchas utilidades, pero en nuestro sector es importante que las traducciones sean hechas por personas, de esta manera se adapta lo que se quiere traducir teniendo las personas ese toque que hace que la traducción sea profesional y veraz. Por lo tanto, los seres humanos deben tener todo el peso en las traducciones por esa amplia contextualización a la que no llegan las IAs. De esta manera es como trabajamos en Leon Hunter, desde esa perspectiva humana dando esa calidez que no proporcionan las inteligencias artificiales con el trato persona a persona, ofreciendo un servicio a todos aquellos que nos contactan asegurando un trato personal y exclusivo. Este puede ser uno de los distintivos que nos caracterizan, por lo que en nuestro sector vamos a seguir trabajando con la premisa de dar ese trato individual y exclusivo que como personas merecemos, algo que no podemos encontrar con las inteligencias artificiales.
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