Leon Hunter

¿Qué es una falacia?

Qué es una falacia

Qué es una falacia

Significado

Una falacia es un recurso retórico, un argumento aparentemente válido (pero inválido desde el punto de vista de la lógica formal).

Mediante ejemplos veremos por qué una falacia no es válida para argumentar.

¿Cómo se utiliza en lenguaje popular el término?

En los medios de comunicación frecuentemente se usa como sinónimo de mentira.

En parte puede ser porque en el diccionario (la RAE en este caso) figura en la definición de «falacia» que es un «engaño, fraude o mentira».

falacia

Del lat. fallacia.

1. f. Engañofraude o mentiraNo lo creases una falacia.

 

Diferencia entre falacia, paralogismo y sofisma

Un paralogismo es una falacia inintencionada, que se comete por error al razonar.

La falacia, por el contrario, tiene en este sentido una connotación neutra; puede cometerse por error o realizarse con voluntad de engañar.

Los sofismas (las falacias que empleaban los sofistas para persuadir), sin embargo, tienen la intención de engañar por medio de la apariencia de un buen razonamiento.

 

Tipos de falacias

Existen falacias formales, que son aquellas que son incorrectas por su forma, y falacias informales, que son incorrectas por su contenido.

Las falacias formales son inválidas por realizar una mala inferencia. Una inferencia es la derivación de una conclusión a partir de ciertas premisas (para cada inferencia posible hay un razonamiento correcto correspondiente). Y un razonamiento se compone de una estructura y unas proposiciones. La estructura de un razonamiento está formada por unas determinadas premisas y una conclusión.

Una conclusión es una proposición que se afirma sobre otras proposiciones (las premisas), y a su vez, estas proposiciones -las premisas- ofrecen razones para aceptar la conclusión.

 

Falacias formales

Consiguen persuadir porque, aunque no sean válidas, poseen una estructura lógica que los hace parecer correctas.

Los principales tipos de falacias formales son:

El falso silogismo disyuntivo (A o B)

Cuando se da a elegir entre dos ideas, proposiciones o cosas como si fueran excluyentes la una de la otra, mientras que existen otras alternativas. Ejemplo: «o estás conmigo o estás contra mí»; «o te gusta el verano o te gusta el invierno». Vemos que existen puntos intermedios.

Falacia de la afirmación del consecuente (si A entonces B, si B entonces A)

Es falso porque no siempre se cumple (puede cumplirse accidentalmente, pero no necesariamente). El modus ponens, que es una forma de argumento válido, sin embargo, siempre se cumple (si A entonces B, si afirmo A, entonces ocurre B).

Ejemplo de falacia de la afirmación del consecuente:

Si piso un charco me mojo (si A entonces B)

estoy mojado (si A),

luego, he pisado un charco (B)

Vemos que, aunque sea verdad que si piso un charco me mojo, el estar mojado no necesariamente significa haber pisado un charco (puede que alguien me haya mojado con una pistola de agua, por ejemplo).

 

Falacia de la negación del antecedente

Se puede formular como: Si A entonces B, no A, entonces no B.

No se puede confundir con el modus tollens que dice que si A entonces B, no B, entonces no A. En el modus tollens, otra forma de razonamiento deductivo válido, se niega el consecuente de la primera premisa y se concluye la negación del antecedente.

Ejemplo de falacia de la negación del antecedente:

Si entreno, gano la carrera (Si A entonces B)

No he entrenado, (no A)

Por lo que no he ganado la carrera (entonces no B)

Vemos que no se sigue que de no haber entrenado pierda la carrera. Sin embargo, sí se seguiría que de haber ganado la carrera hubiera entrenado.

 

Falacias informales

No son inválidas por su estructura, sino por un contenido que no ofrece veracidad (aunque esa proposición pueda ser veraz por otras causas).

Algunos de los tipos de falacias informales son:

 

Falacia ad crumenam y falacia ad lazarum

La primera consiste en apelar a la riqueza para defender una idea. La segunda consiste en lo contrario (apelar a la pobreza).

Ej.: Eustaquio no es muy listo, gana poco dinero

Ej.:

1: Es muy buen presidente.

2: ¿Por qué?

Porque gana poco dinero.

 

Ad populum

Apela a la autoridad de una mayoría.

Ej.: ese cantante es muy bueno porque tiene un millón de seguidores.

 

Ad baculum

Defiende su autoridad por medio de consecuencias desagradables (sean amenazas, prohibiciones, etc.).

Ej.: si vas a la fiesta te pegaremos.

 

Falacia del hombre de paja

Consiste en simplificar o distorsionar el argumento del oponente para debilitarlo y así atacarlo mejor.

Ej.:

1: no me sienta bien la leche, por eso no la tomo en ningún desayuno.

2: aunque pienses que tomar leche está mal, deberías respetar a los que beben zumo.

 

Ad misericordiam

Defiende su autoridad por medio de la piedad, la pena o la misericordia.

Ej.: si no me besas moriré.

 

Ad ignorantiam

Consiste en dar por verdadera una idea por el simple hecho de no poder demostrar que es falsa.

Ej.: no puedes demostrar que Dios existe, luego no existe.

 

Ad silentio

Apela al silencio del contrario para apoyar el argumento propio (se puede expresar mediante el refrán: «el que calla, otorga»).

1: Dime tu clave bancaria.

2: …

1: Eso es que no la sabes.

 

Falacia ad antiquitatem y falacia ad novitatem

La primera apela a la tradición, la costumbre o la antigüedad. La segunda apela a la novedad (sostiene que porque algo es nuevo es mejor).

Ej.: la tortura debe seguir usándose porque siempre se ha usado.

Ej.: esa idea es del siglo XVI, por tanto, es falsa.

 

Ad hominem

Difamar, insultar o desacreditar a la persona en lugar de atacar sus ideas.

Ej.: La idea que tiene Sócrates sobre la belleza es falsa porque Sócrates era muy feo.

 

Petitio principii o petición de principio

Es un argumento o razonamiento circular. Se coge como premisa aquello que se intenta justificar o demostrar.

Ej.:

1: te quiero porque eres fantástica.

2: y ¿por qué soy fantástica?

1: porque te quiero.

 

Onus probandi

consiste en tratar de invertir la carga de la prueba; se pretende que el contrario prueba la posición que tratamos de defender.

Ej.:

1: Las hadas existen.

2: No, no existen.

1: Pues demuéstrame que no existen.

 

Bibliografía

Las trampas de circe: falacias logicas y argumentacion informal, Montserrat Bordes Solanas, Cátedra

Introducción a la lógica, Irving.M Copy y Carl Cohen, Limusa

Uso de razón: Diccionario de Falacias. Argumentos. Estado de la cuestión, Ricardo García Damborenea

Más lecturas sobre la falacia:

Falacia, o razonamiento incorrecto – ElSiglo

La falacia ‘ad hominem’ (elnacional.cat)

Falacias lógicas que pueden hacer que te la cuelen: aprende a identificarlas (msn.com)