Leon Hunter

9 maneras de gestionar dulcemente a los traductores

las ventajas de la gestión amable de traductores

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El título de la entrada ha sido difícil porque he pensado en «endulzar», «suavizar»… En inglés me viene a la cabeza también la palabra «rapport».

El caso es que de lo que trata es de lo que podrían hacer por nosotros para que fuera más agradable todo.

Y lo que pienso es que si quieren cooperación… ¿No sería mejor empezar por ser amable (que no cuesta dinero)? Pero, claro está, la amabilidad tiene que ser sincera. Porque si te encuentras con gente que te está haciendo la zancadilla pues por mucho smiley que pongan, pues no te lo crees… En cualquier caso no vamos a entrar en «zonas grises» y temas opinables y subjetivos sino dar una lista concreta de cosas que se pueden hacer

UNO. Pedir más dinero.

Este punto lo pongo el primero dada la situación en la que estamos. Podríamos entrar aquí en un debate sociopolítico de remuneración de los géneros en el que no quiero entrar (siendo hombre), así que al grano…

En cierto sentido se podría decir que la agencia es nuestro manager. Como somos artistas o una profesión de «artes y oficios» pedimos poco por nuestro trabajo. Por eso, la ventaja de un representante es que pidan más dinero, que nosotros por vergüenza o por el motivo que sea no pedimos.

Y este sería, en definitiva, el mayor beneficio para el traductor de trabajar para un representante. Que pidan más dinero por el trabajo y que luego, también, se aseguren de cobrarlo y de pagarlo. Porque las dos cosas son cosas que nos cuestan bastante (aunque las necesitamos y mucho): pedir dinero y pedir que nos lo paguen.

DOS. Responder a los emails.

Esta la pongo en segundo lugar porque se ha perdido la costumbre de responder a los emails. Hasta el punto de que entregas un trabajo urgente tras estar toda la noche y estás esperando y esperando y nadie contesta. Y no sabes si es que no les gusta, si hay un problema, si ya te puedes acostar… Porque no contestan.

TRES. Dar las gracias.

A veces tengo la sensación de que están enfadados conmigo tras entregar un trabajo o de aportar alguna información porque ni contestan y, de hacerlo, se hace con frases como «Perfecto.» (con un punto detrás, que es una cosa que siempre me ha parecido muy borde). El caso es que son respuestas «con la boca pequeña» y no son muy amables. Hasta tal punto llega este tipo de cosas que recientemente estaba muy preocupado por un trabajo de un cliente. Resulta que luego encargaron otro y me extrañé. Posteriormente admitieron que «el cliente nos ha felicitado por el trabajo…». Y yo pensando que estaban enfadados conmigo 🙂

CUATRO. Intermediar (de verdad).

A veces hay situaciones desagradables como que transmitan directamente (sin filtro) unos comentarios groseros o improcedentes de alguna persona. Hombre… Para el gestor no es agradable leer eso pero si sabe que es algún cafre y no tiene nada de razón, pues para qué pasarlo al traductor.

En mi caso, he filtrado (de cara al traductor) bastantes comentarios de ese tipo o, de transmitirlos, solo he transmitido la parte que es relevante para la traducción. Puede haber otros motivos (que sea una persona maleducada, borde, estresada, etc.) que no tengan relevancia para el traductor porque no tienen que ver con la traducción que ha entregado.

La intermediación puede ser una barrera o puede ser un beneficio… Puede que nosotros no queramos tener contacto con muchos clientes directos porque nos molestan las cosas que dicen. Porque una cosa es que hayas gestionado una traducción (y te puede ofender, aún así, que hagan un mal comentario) pero otra cosa muy diferente es que sea «tu obra».

Pues imagínate en una galería de arte… Muchos artistas odian ir a la inauguración o presentación (y, de ir, solo van o muy borrachos o con un par de orfidales en el bolso) porque los comentarios que hacen viendo las pinturas son horrendos. Pues de repente hay un grupo de gente delante de una pintura y el artista está a una distancia que le permite escuchar el comentario y pueden decir cualquier barbaridad. Que el arte moderno es un timo o que ese dibujo lo podría hacer mi sobrina de 5 años, por nombrar un par de ejemplos. Y no es una experiencia agradable que «descuarticen» tu trabajo y tener que estar presente con la sonrisa en la boca mientras lo hacen.

Si sabes la respuesta – responder. Sí, porque muchas veces, mandan algún entrecomillado de un cliente y no ves el sentido de la pregunta… Ese tipo de preguntas (si son muy chorras) las suelo contestar directamente (en mi caso por lo menos) y no pregunto al traductor, si puedo evitarlo.

CINCO. Dar las instrucciones correctas.

Es un punto importante y no es fácil. Diría también que «al grano» porque los emails kilométricos de instrucciones, con muchos apartes y comentarios que no tienen que ver tampoco ayudan mucho.

SEIS. Dar los mejores plazos posibles (y no adelantarlos).

Es algo que pienso que se explica solo y los motivos son obvios.

SIETE. Vendettas no.

No ayudan las actuaciones «por venganza». No suele ser buena idea para nadie y menos para un gestor. Por ejemplo: «Como te has quejado de algo, ahora te hago una QA de aquí te espero y te machaco«. No es buena idea ni va a dar buena imagen.

OCHO. Ponerse en el lugar del otro.

Porque he leído a veces hilos de comentarios y me he molestado con cosas como «trabajamos hasta las 7, o las 8, o las 9» (que bien puede ser verdad y no lo discuto). Lo que pasa es que la persona *autónoma* trabaja hasta las 7 y mucho más. A mí me suelen dar las 2 de la mañana (fácil) cuando tengo muchos encargos. En otra época «empalmaba» con frecuencia pero ahora por salud prefiero no hacerlo.

El resumen es que el autónomo no va a estar impresionado con que salgas a las 9 porque tú si sales (aunque sea tarde) y ellos no «salen», a ninguna hora. Tampoco tienen sueldo a fin de mes y esto es una batalla que se comprenda… Incluso con amistades muy cercanas y familiares me ha costado mucho que entendieran el concepto de las pérdidas. Que sí, que ellos podrán cobrar mil euros o 700 o 1500. Pero, perder dinero, nunca pierden. Pero como autónomo sí que puede ser que no te paguen, que adelantes tú gastos y que tengas -1000 (menos mil) euros en la cuenta (por ejemplo). O que un año haya pérdidas y tengas que poner de donde sea. Es un concepto difícil de entender para la mayoría de la gente pero la frase más corta que lo explica es «pagar por trabajar». Y, esto, efectivamente, ha pasado en algunos años en España.

NUEVE. Contener las opiniones en redes sociales.

En este caso mi experiencia es que se arman revuelos de cuando en cuando con iniciativas en redes sociales. Recientemente se ha armado un revuelo con The Open Mic.

Me recuerda todo a otros incidentes por otras iniciativas y con críticas similares de advenedizos, de novatos y demás… Pues sé, por experiencia, que es muy desagradable aguantar el tirón estando en el centro de una controversia (yo no sería capaz). Y les deseo suerte.

Mi opinión de The Open Mic no la voy a decir, porque cada vez más practico la sana costumbre de cerrar el pico. En cualquier caso, pienso que si tienes una agencia o eres algún gerifalte de la industria de la traducción, lo que puedes hacer es tener prudencia en las opiniones. Y si no tienes nada positivo que decir, pues mejor no decirlo.