Leon Hunter

Anglicismos (innecesarios) del sector audiovisual

Anglicismos innecesarios

Anglicismos innecesarios

El mundo de lo audiovisual es muy propenso a incorporar y extender voces procedentes de la lengua inglesa. Esto no es nada nuevo si tenemos en cuenta lo familiares que nos suenan voces como spoiler, video on demand, streaming, trailer, etc. Como ya hemos mencionado en otros artículos en los que hemos tratado la cuestión de los anglicismos innecesarios, su uso depende de la lengua original en que proliferan estos términos.

En lo concerniente a la industria audiovisual —esto es, el sector que se encarga de las producciones cinematográficas, televisivas, publicitarias y de las relacionadas con los contenidos en Red—, la influencia del inglés es evidente, sobre todo gracias a la influencia de los Estados Unidos y el Reino Unido en dicho ámbito.

¿Se debe censurar el uso de estos términos?

En lo que respecta a la lengua, censurar es como ponerle puertas al campo. Cuando decimos que un anglicismo es innecesario es porque existen voces equivalentes en castellano con el mismo significado. Otra cosa es que esas palabras, en castellano, no resulten tan agradables al oído (por razones que, desde luego, desconozco por completo).

Podemos hablar, por ejemplo, de la voz spoiler. Con ella se alude, como ya es bien sabido, a la información que anticipa o revela la trama de una obra. El verbo to spoil, de donde proviene spoiler, significa «estropear» o «echar a perder».

La Real Academia Española propone, como palabra alternativa a spoiler, el término destripe, procedente del verbo destripar que, en la cuarta acepción del Diccionario de la lengua española, se define como «interrumpir el relato que está haciendo alguien de algún suceso, chascarrillo, enigma, etc., anticipando el desenlace o solución».

 

En el Diccionario de Sinfaltas, sin embargo, proponen la adaptación espóiler y otras voces alternativas como destrozo, espolio, adelanto o espoileo. De momento, el uso de spoiler gana por goleada entre los hispanohablantes. Veremos si, con el tiempo, triunfan estas alternativas.

Algo similar ocurre con la palabra streaming, con la que aludimos o bien a la transmisión de un contenido multimedia en directo, o bien a la reproducción continua de un contenido audiovisual sin que sea necesario que se haya completado su descarga.

Las traducciones o equivalencias de este término, por tanto, varían en función del significado; si lo tradujéramos como transmisión en directo, obviaríamos el significado de «reproducción continua sin necesidad de completar su descarga», para el que podríamos emplear la expresión en continuo, como propone la Fundéu.

Estrechamente relacionado con streaming encontramos la expresión video on demand —o sus siglas VOD— con la que se hace referencia al contenido que puede verse en cualquier momento o cuando el usuario lo solicita. Como alternativa a este anglicismo podemos nombrar otras locuciones como bajo demanda, por encargo o a la carta.

Anglicismos en televisión

La televisión también nos deja numerosas palabras inglesas: el teaser (avance del contenido de una serie o programa), el share y el rating (cuyas traducciones podrían ser, respectivamente, cuota de pantalla índice de audiencia), el spin-off (serie nacida de otra serie).

Más asentadas en el uso se encuentran términos como show (y reality show, con el que se alude a un formato de programa o espectáculo que pretende reflejar la realidad de sus participantes), prime time (‘hora de máxima audiencia’) o PPV (siglas de Pay Per View, cuya traducción al castellano sería pago por visión).

¿Por qué nos cuesta utilizar las adaptaciones y equivalencias en castellano?

La realidad es que una oración como la siguiente ya no nos resulta extraña: Se emitió el teaser del spin-off en streaming y HD en todas las plataformas. 

A grandes rasgos, de este enunciado entendemos que se ofreció un avance de una serie (surgida de otra) en directo (o a la carta, pues como ya hemos dicho el término streaming presenta un doble significado) y en alta definición.

En muchos casos, la traducción o equivalencia en castellano resulta menos práctica por diversas cuestiones; entre ellas podríamos mencionar que la traducción no siempre es uno a uno —como ocurre, por ejemplo, con streaming spin-off— y las ideas de apertura y prestigio que parece conferir el empleo de voces en inglés.

También debemos tener en cuenta que, aunque existan equivalentes en castellano —como ocurre, por ejemplo, con destripe por spoiler—, el uso lo determinan los propios hablantes. Por esta razón, aunque la RAE o la Fundéu propongan, con acierto, alternativas a las voces inglesas, al final son los hablantes quienes deciden qué palabras emplean. El spoiler y el streaming gustan más que sus homólogas castellanas. Es así.

La lengua es, quizá, la herramienta más democrática y participativa que tenemos a nuestro alcance, pues con el uso que hacemos a diario estamos ejerciendo un compromiso con ella. Por ello, las recomendaciones lingüísticas —en este caso, para evitar el empleo de anglicismos innecesarios— no siempre tienen la acogida que se podría esperar. De ahí que en el título de este artículo se haya decidido incluir ese innecesarios entre paréntesis.