Leon Hunter

Cómo convertirse en traductor freelance en 7 semanas (II)

Seguimos con las entradas de la serie cómo convertirse en traductor freelance en siete semanas.

Puede que una de las razones principales para no dar el salto es «no tengo clientes«. De hecho, mucha gente incluso espera tener (paradójicamente) una nutrida cartera de clientes ANTES de hacerse freelance «y luego ya me daré de alta cuando ya tenga muchos clientes«. Pero, es algo imposible o casi imposible porque nadie te va a contratar como traductora freelance si no reúnes ni la mínima condición de estar dada de alta (registrada como traductora freelance) y poder emitir una factura.

Por tanto, no cabe ningún planteamiento de «primer tengo los clientes y luego me doy de alta» y, generalmente, es al revés. Lo que sí puede tener uno es cálculos, previsiones, expectativas… O incluso tener ya algo apalabrado pero generalmente los clientes llegan después del alta.

Hasta que uno se presenta en el mercado no va a llegar ninguna oferta así que el alta como autónomo tiene que ir ligado (o precedido con poco tiempo) de un lanzamiento comercial.

Gastar antes de darse de alta

Este es un error de muchas personas. Realmente depende de lo que vayas a gastar pero, en principio, es un error gastar dinero en temas relacionados con el negocio antes de la fecha de alta ya que esos gastos van a ser difíciles de desgravar. Es preferible pagar 15 días de seguridad social (que serán 100 euros o poco más) que gastar 1.500 euros en un ordenador y no poder incluirlo como gasto. Así que mi recomendación es no gastar nada hasta que se produzca el alta en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas un registro obligatorio en el que hay que darse de alta en España para iniciar una actividad económica y que se divide en epígrafes) y en la seguridad social.

Montar un negocio es una inversión

Es un aspecto que se le olvida a mucha gente y es que montar un negocio es una inversión y un riesgo. Hay que querer arriesgarse y hay que pensar a largo plazo y no en cuestiones tan cercanas. En realidad darse de alta en una fecha u otra o realizar un pequeño gasto administrativo y de cuotas de seguridad social es una gota en el océano frente a todo lo que se puede ganar a largo plazo así que la persona inteligente que tiene perspectivas de trabajar no debería darle ninguna importancia. Piensa que es como pagar una entrada a una fiesta: si no pagas, no entras a la fiesta. Y si no accedes a la fiesta nunca sabrás si te interesaba o no o quién podrías haber conocido o lo que habría pasado. Hay que estar dispuesto a pagar esa entrada para poder experimentar lo que vendrá después.

Nosotros tampoco teníamos clientes

Cuando me di de alta no tenía muchos clientes. Tenía apalabrado un contrato con un cliente que me iba a pagar un tanto fijo al mes por un servicio, que ni siquiera tenía que ver con traducción y era un tema de contenidos periodísticos. Aproveché para darme de alta en el epígrafe de traductores también ya que había terminado la carrera de traducción unos meses antes y era socio de la asociación de traductores.

Cuando ya estaba dado de alta pude presentarme como nuevo autónomo, escribir a agencias, escribir a compañeros… Y, al poco tiempo (creo que ni pasó un mes) ya tenía encargos de traducción.

En cuanto a estrategias para conseguir clientes hay muchas, pero nadie puede conseguir un cliente prospectivo. Es decir, hasta que no es cliente de verdad, no es cliente. No sé si me explico. Quiero decir que si no estás dada de alta como autónoma y operando ya de facto y de iure como traductora freelance nadie te va a poder responder a la pregunta: «¿Si yo estuviera dada de alta, tú me contratarías?» – y tampoco tendría sentido hacerlo. Seguramente te dirían que depende. «Date de alta primero, mándanos los datos y las tarifas y ya veremos si surge algo» – porque no pueden prever que vaya a surgir o que no.

Sin embargo, cuando ya has mandado los CVs y las tarifas a múltiples agencias de alguna manera tu perfil «salta» o emerge en algún sitio o da la casualidad que se lo mandas justo a la persona que estaba buscando a alguien (a veces tras mucho insistir y a veces de chiripa) y te llaman y te llega el encargo.

¿De dónde pueden venir los primeros clientes?

En este apartado estoy hablando solo de los primeros clientes porque escribiré entradas más adelante sobre cómo conseguir clientes. Los casos serán distintos según la experiencia de cada uno pero en mi caso vinieron fundamentalmente de:

La empresa para la que había trabajado, ya que me encargó trabajo freelance;

Redes informales de contactos: profesores de la universidad o clientes que venían recomendados por los profesores; amigos de la facultad que me habían recomendado; amigos que trabajaban en empresas o en agencias de traducción o que eran dueños de agencias de traducción.

Contactos profesionales y asociaciones profesionales: personas que me habían conocido a través de una asociación de profesionales o en algún encuentro de profesionales (tertulias de traductores, Powwows, cursos para profesionales…).

Agencias de traducción a las que había enviado el currículo o en cuya página me había apuntado a través de internet, o a través de una oferta publicada en algún portal (como Proz.com o Translators’ Café).

Contactos a través de grupos virtuales y comunidades: foros, listas de distribución, etc.

Con eso –  y para empezar – ya hay bastante campo para el traductor novel.

La tarea de hoy

Se han juntado dos entradas con poco espacio entre ellas así que seré bueno y os daré de descanso hasta por lo menos el lunes para completar las tareas.

La tarea de hoy es interesante y bastante divertida: se trata de informaros de reuniones (formales o informales) de traductores profesionales en vuestra zona. Sobre todo buscaremos reuniones que se hayan organizado a través de alguna asociación profesional o de redes sociales de traductores. Tendréis que informaros de lo siguiente:

1.- ¿Se va a celebrar próximamente alguna tertulia, cena o encuentro de traductores en mi ciudad o en ciudades cercanas? (podéis consultar la lista de Powwows de Proz.com, encuentros de Translators’ Café o reuniones organizadas a través de Twitter, por citar algunos ejemplos).

2.- ¿La asociación de traductores de mi zona va a organizar algún curso o alguna charla o seminario en fechas próximas? (podéis consultar la página web de la asociación o la página de Facebook, si la tuviera).

3.- ¿Existe algún curso, seminario, jornadas o encuentros en una universidad cercana para traductores a la que pueda asistir? (podéis consultar las páginas de diversas universidades en la zona).

¡Y ya está! ¡Así de fácil! Y una vez que encontréis alguna tertulia o encuentro o una charla interesante, podéis asistir y seguramente el coste sea muy bajo porque se organizan muchos eventos que son totalmente gratuitos… Y seguramente os lo pasaréis muy bien.

Os dejo una foto de una Powwow que organicé en Madrid en 2008:

Powwow en Madrid (2008)

Reunión de traductores en Madrid (2008)

 

Traductor jurado en Madrid, Leon Hunter SL. Solicita presupuesto sin compromiso aquí