Leon Hunter

¿Cuál es el origen del voseo?

¿Cuál es el origen del voseo?

¿Cuál es el origen del voseo?

El voseo es un fenómeno gramatical que resulta de gran interés para quienes, al otro lado del Atlántico, nos interesamos por las distintas variedades del español de América. Se estima que el voseo desapareció del español europeo entre el siglo XVII y comienzos del XVIII; este hecho ha podido propiciar que, por ejemplo, un español no sepa cuál es la causa de que un argentino vosee y un peruano no. Por este motivo, considero que esta es una gran oportunidad para hablar del origen y la situación actual del voseo en el español de América. Aunque conviene mencionar, antes de hablar sobre el origen, los dos tipos de voseo que existen en español. En estas líneas hablaremos del voseo dialectal americano —usado en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela—, pues el otro —i. e., el voseo reverencial— se considera la fórmula de tratamiento más respetuosa posible. Es decir, mientras que el primero se concibe como signo de familiaridad, el segundo se usa únicamente cuando va dirigido a destinatarios con ciertos grados, títulos o rangos.

Mencionado esto, cabe decir que el voseo es, grosso modo, el empleo de vos como pronombre personal referido a la segunda persona del singular. Mantiene su forma en nominativo —como sujeto o atributo—,  en vocativo y cuando es término de preposición. Estos son algunos ejemplos:

Nominativo: Él está solo en ese cuarto y vos sos un trigueña muy bella (R. Quesada, Big Banana, 2000, CREA).

Vocativo: ¡Callate! ¿Vos, jefe? -dijo el flaco (T. Stella, La familia Fortuna, 2001, CORPES XXI).

Término de preoposición: Todavía piensan que está con vos (J. Franco, Paraíso Travel, 2001, CORPES XXI).

El origen

Habría que remontarse a finales del siglo XV para saber por qué se usa el pronombre vos como fórmula de tratamiento familiar. En ese momento, el tratamiento de cortesía correspondía a vuestra merced, mientras que las formas y vos eran las formas de tratamiento de confianza. No obstante, hasta 1560 existía una diferencia entre ambas: se utilizaba entre iguales en la intimidad, pero también se utilizaba como fórmula de tratamiento a los inferiores (Lapesa, 2005, p. 553). Pues bien, a partir de entonces las formas vos y se consideran sinónimas en el tratamiento de confianza; es en este momento cuando surge la división entre la América voseante y la no voseante. Establecida la forma vuestra merced como forma para el trato deferente, el pronombre se asentó en el trato familiar y de confianza. Estos cambios en las formas de tratamiento se difundieron en las cortes virreinales, como asegura Lapesa (ibíd.):

Las cortes virreinales adoptaron y difundieron estos cambios en las formas de trato social, que hoy son las únicas vigentes en casi todo Méjico, en la mayor parte del Perú y Bolivia y en las Antillas, donde influyó la acción cultural de la Universidad de Santo Domingo, así como en la mayor duración de la dependencia política respecto a España.

Sin embargo, hubo zonas en las que no se difundieron tales cambios, de tal forma que siguieron empleando el uso de vos como forma de tratamiento familiar. Esas zonas, según Girón (2004, p. 863) son aquellas en las que no había cortes virreinales o tenían escasa vida urbana. Es decir, en Argentina, Uruguay, Paraguay, América Central y el estado mexicano de Chiapas domina el uso de vos para el tratamiento familiar o cercano. Además, en Chile, Colombia, Ecuador, zonas del norte y sur de Perú, zonas del sur de Bolivia y Venezuela alternan el uso de y vos.

Es preciso señalar, además, que las formas del presente de indicativo propias del voseo —como sos, cantás, tenés o vivís— proceden de una monoptongación de las formas de la segunda persona del plural —sois, cantáis, tenéis o vivís—, que en España dejaron de ser utilizadas en el siglo XVI. Hasta este siglo se usaron, en el español peninsular, las formas de imperativo sin –d final —cantá, tené, vení—, hoy presentes en todas las zonas donde se registra el voseo americano.

Tipos de voseo dialectal

En la actualidad existen tres tipos de voseo dialectal en función del pronombre empleado — o vos— y la flexión verbal. De este modo, hay zonas donde el voseo es pleno —coincide pronombre y flexión verbal, como en vos decís—; en otras, el voseo es únicamente pronominal: vos tienes, vos dices; y, por último, hay tipos en los que es exclusivamente verbal, como en tú decís o tú podés. Es decir, se podría hacer la siguiente tabla:

Pronombre Flexión verbal
Vos decís 
Vos dices
decís

El primer tipo de la tabla corresponde a las modalidades plenamente voseantes; su uso generalizado se circunscribe a Argentina —excepto en el noroeste—, Uruguay —aunque en Montevideo goza de más prestigio el voseo verbal, como en tú decís— y Paraguay. Esto no quiere decir que no haya zonas en las que se use, pero es posible que su empleo se reduzca a ámbitos coloquiales o familiares —como en Chile— o que se alternen los pronombres y vos en función del tratamiento de formalidad —como en América Central, donde implica tratamiento de formalidad intermedia y vos el tratamiento de confianza—. El segundo tipo, según Lapesa (2005, p. 555) tiene lugar en el norte de Perú y alterna con el uso de las formas de plural en Bogotá, Ecuador y Chile.

El tercer tipo se da sobre todo en Chile, como queda recogido en el DPD: «La modalidad aceptada en todas las clases sociales es la que combina el tuteo pronominal y el voseo verbal». Además, en Chile tienen lugar las terminaciones verbales en –ís, incluso con pérdida de la –s en final de palabra —como en cantái, comís o tenís—. Este puede ser un ejemplo muy ilustrativo:

Ya, viejo, no seái tan rogao, si no tenís na mejor que hacer, asique pa qué estái con huevás, vamos no más… (J. Donoso, Casa de campo, 1978, CREA).

En resumen, este es tan solo un breve acercamiento al origen del voseo dialectal americano y a las áreas en las que tiene lugar. Resulta evidente que, por la extensión de este artículo, aún quedan cuestiones acerca de este fenómeno, sobre todo relacionadas tanto con los usos concretos de determinadas zonas de Hispanoamérica, como con los paradigmas verbales del pasado y futuro del modo indicativo. Seguro que habrá otro momento para hablar de ello detenidamente.

 

Referencias bibliográficas:

Girón, J. L. (2004). Cambios gramaticales en los siglos de oro. En R. Cano (coord.), Historia de la lengua española. Barcelona: Ariel.

Lapesa, R. (2005). Historia de la lengua española. Madrid: Gredos.

Real Academia Española: Banco de datos (CORPES) [en línea]. Corpus del español del siglo XXI. <http://www.rae.es>.

Real Academia Española: Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de referencia del español actual. <http://www.rae.es>.

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2005). Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana.

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2009). Nueva gramática de la lengua española. Morfología y sintaxis. Madrid: Espasa.