Leon Hunter

Moritz Schlick y el Círculo de Viena

Moritz Schlick y el Círculo de Viena

Inicios

El 14 de abril de 1882, hace poco más de 140 años, nació Moritz Schlick en Viena, Austria. Al graduarse de la escuela secundaria, decidió seguir cultivando una vida académica y se decantó por la carrera de Física en la universidad más antigua de Alemania, la Universidad de Heidelberg. Al acabar su carrera, realizó más estudios en otras instituciones igual de prestigiosas hasta que se doctoró sobre la física de la luz. Su director de tesis no fue ni más ni menos que Max Planck (sí, el mismo de la constante de Planck y Premio Nobel de Física en 1918). 

Carrera

Entre los intereses profesionales de Schlick, destacó su interpretación de la teoría de la relatividad y su teoría general del conocimiento. El físico vivió acorde con el aforismo que defiende Ludwig Wittgenstein en su Tractatus Logicus-Philosophicus: “todo aquello que puede ser expresado, puede ser expresado con claridad”. Conviene aquí recordar también una de las ideas más celebres de Wittgenstein: La filosofía debe dedicarse solamente a aquello de lo cual se pude hablar, y: “de lo que no se puede hablar hay que callar”.

En 1922, Schlick ocupó como verdadero hombre de renacimiento una cátedra de filosofía de ciencias inductivas en la Universidad de Viena. Lo que buscaba con dicha cátedra según C. Díaz era: 

“liberar a la ciencia empírica de la influencia negativa de la metafísica, acompañado de una ilusión por el rigor y la claridad para la ciencia y para la filosofía.”

Círculo de Viena

En 1921, Schlick decide fundar un grupo de discusión acerca de temas científicos relevantes fuera de la academia, cediéndole también un sitio a la filosofía. Lo interesante de Schlick fue cómo unió las ciencias exactas y la filosofía, convirtiéndose sin intentarlo en el fundador del neopositivismo lógico y de la filosofía de la ciencia. 

El grupo contaba con la participación de muchos otros grandes personajes como Rudolf Carnap, Carl Hempel y Olga Hahn-Neurath. Si bien alguien relevante tanto en el momento histórico como en los temas discutidos fue Wittgenstein, él mismo no formaba parte del grupo. No solo no era parte, si no que se opuso a la interpretación de sus textos en el mismo. Participó en alguna ocasión de las reuniones, pero pronto dejó de hacerlo ya que sus ideas y metodologías no parecían alinearse del todo con las del círculo.

Los integrantes del círculo pensaban que se podía llegar a encontrar una unidad del lenguaje del ámbito científico, basándose en la notación lógica. También destacaban por ser completos empiristas, es decir, que creían que el conocimiento solamente puede derivar de la experiencia empírica; aquello que corresponde a los sentidos. No consideraban los métodos no-empíricos inválidos de por sí, sino que cualquier método podía ser válido siempre y cuando sus resultados pudiesen sobrevivir al rigor empírico. Con esta justificación, rechazaban a la metafísica y a la teología como verdaderas ciencias, ya que sus resultados no eran comprobables empíricamente. 

Fin del círculo y fin de Schlick

Si bien la vida de los filósofos suele ser bastante tranquila, Schlick no corrió con la misma suerte. El 22 de junio de 1936 se dirigía a impartir su habituales clases en la Universidad, cuando fue confrontado por un exalumno, Johann Nelböck. Este le disparó en las escaleras de la institución, resultando en la triste muerte de un gran científico. 

Se cree que el alumno cometió el crimen como resultado de un brote psicótico, pero también parece ser que sospechaba de una vinculación romántica entre el profesor y una estudiante en quien Nelböck mismo estaba interesado. Sin embargo, la que quizá es la pista más iluminadora de por qué cometió el crimen, fue su liberación. No hay que olvidar que en 1936 Europa estaba cercana a la Segunda Guerra Mundial.

Tras dos años de encarcelación, el asesino fue liberado por el partido nazi bajo la justificación haber cometido el crimen en defensa de la libertad de pensamiento, pues su acción se trataba de un intento de defensa ante el adoctrinamiento sobre temas dañinos para la nación. No es coincidencia tampoco que tanto Schlick, como otros miembros del Círculo, eran de origen judío. 

Con la muerte de Schlick, acabó también la actividad del Círculo de Viena.

 

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Bibliografía

https://psicologiaymente.com/cultura/circulo-de-vienacirculo-de-viena

https://historia-biografia.com/moritz-schlick/.