Leon Hunter

¿Sabes qué es el palimpsesto?

LOS SOPORTES DE ESCRITURA

El impacto de la escritura en las civilizaciones es capital, pues responde a la necesidad social y cultural de preservar y transmitir el conocimiento. Por este motivo, la evolución de los distintos soportes de escritura a sido guiada por su capacidad de conservación, uso, accesibilidad y transmisión.

A lo largo de los siglos y a través de las distintas culturas, la escritura ha habitado extensos tipos de soportes desde piedras, hojas, pieles hasta la tecnología actual. Muchos estudios filológicos dedican sus investigaciones a los distintos medios de preservación y transmisión de los documentos.

EL PALIMPSESTO

Durante la Antigüedad, surge una preferencia por los soportes blandos de escritura (papiro, pergamino y más tarde el papel) dado que hacían más accesible la escritura a mano y porque podían conservarse en distintos formatos manuscritos como rollos, volúmenes o códices.

Dado el cuidado, el tiempo y la dedicación invertidos, los manuscritos y códices se consideran reliquias históricas y obras de arte en sí mismas. No obstante, estos soportes blandos no carecían de inconvenientes, como es el caso del papiro y el pergamino.

Ambos de estos soportes compartieron la característica de poseer una fabricación y accesibilidad costosa. Por lo que, el reciclaje de las hojas de papiro y pergamino era una práctica común. Se utilizaba una esponja de mar y agua para limpiar el texto y poder escribir nuevamente sobre la hoja. Así, se obtiene un nuevo documento manuscrito denominado palimpsesto, término que en griego significa «grabado nuevamente».

En definitiva, el palimpsesto es un manuscrito reutilizado. A menudo se puede identifica por las huellas que deja en la hoja el texto que había sido previamente limpiado.

LA DESAPARICIÓN DEL PAPIRO Y EL PERGAMINO

¿A qué se debe, sin embargo, esta necesidad de reciclar el papiro y el pergamino?

El papiro era un material elaborado en Egipto a partir de una planta acuática que se encontraba comúnmente en el río Nilo. Su elaboración, además de ser costosa y muy laboriosa, era monopolio real, como así lo indica la etimología del nombre papyros («flor del rey»).

El uso del papiro no fue universal hasta la época de Alejandro Magno. Previamente, conseguir papiro era difícil para otras ciudades. Debido a que el papiro debía elaborarse con el tallo fresco de la planta, su fabricación se restringía al lugar en el que se recolectaba dicha planta, es decir, principalmente en Egipto. Cuando la cultura egipcia empezó a declinar, también lo hizo el uso del papiro y éste fue sustituido por el pergamino.

El pergamino fue inventado en Pérgamo como una alternativa más accesible y menos frágil que el papiro. Es elaborado con piel de animal, lo que lo convertía en un material resistente y versátil. No obstante, era laborioso disponer el pergamino de forma adecuada para un correcto uso y conservación.

Aún así, el pergamino fue el soporte más utilizado desde que su difusión por Europa (siglo V d.C.), hasta que se popularizó el uso del papel.