Leon Hunter

Sobre recomendaciones de traductores y clientes

Empiezan a circular otra vez recomendaciones y necesidades urgentes de traducciones para arriba y para abajo. Y es bueno tener trabajo pero el problema es con la gente que se aprovecha…

Clientes que vienen recomendados

Pongamos que estás una tarde en tu casa y suena el teléfono. Llama un cliente para una traducción y dice: «me ha recomendado tus servicios X persona«. Como conoces a la persona y te cae bien en ese momento BAJAS LAS DEFENSAS automáticamente.

Es posible que al cliente le des un descuento, que no le pidas las garantías habituales, etc. Porque como viene de tal de la que te fías, piensas que también va a ser de fiar.

¿Cómo han obtenido la recomendación?

Es algo que frecuentemente no nos preguntamos y es posible que a ese traductor/a le haya llamado una persona de la calle y le haya dado una referencia, que le haya escrito una persona cualquiera por Internet… Esto me pasó, por ejemplo, con una traductora que siempre me recomendaba a gente que llamaba «de la calle» y a la que no conocía y que me pasaba unas joyas de mucho cuidado…

Claro, que ella no lo sabía porque a mí me llamaba diciendo que la conocían y yo pensaba que eran clientes suyos de toda la vida y no gente que había buscado «traductores» en las páginas amarillas… Hasta que decidí localizarla y preguntarle (tampoco la conozco mucho) y me dijo que simplemente cuando le llamaban para pedirle una traducción jurada, me recomendaba porque sabía que yo hacía traducciones juradas. Y le dije que gracias, pero que si era gente no conocida, que no se molestara en recomendarme porque también me llama gente de las mismas guías a mí.

Agencias pillinas

En otros casos hay una serie de agencias que te mandan un email de la nada ofreciéndote algo que no interesa. Y, motu proprio, el traductor se siente en la obligación de recomendarles a alguien (aunque a esa agencia no le deba nada) o bien la propia agencia es la que pregunta.

Luego llaman al traductor al que recomiendas y resulta que es una agencia sinvergüenza. De esas que pagan mal, que hace recuentos por lo bajo, que trata mal a la gente… Vete a saber. Y te van a llegar luego las quejas.

Si son agencias antes de recomendar a nadie tienes que estar muy seguro de que la agencia es buena… Hay agencias que me piden a mí recomendaciones y como me consta su naturaleza, no las suelo recomendar…

O si recomiendo, tengo cuidado de advertir al traductor recomendado de los potenciales problemas que pueden surgir. «Pagar pagan, pero suelen tardar un poco» o «son tarifas un poco bajas por lo general«.

Recomendaciones sin referencias de pago

Si a la agencia no la conozco de nada y no tengo ninguna experiencia como traductor, lo más que podría hacer es en la respuesta en la que piden una recomendación poner al traductor recomendado en CCO (copia oculta). Acto seguido, enviarle un email para decirle que no los conozco de nada. Y que observe todas las precauciones habituales.

Porque otra cosa que me ha pasado es que luego esa agencia a la que yo no conocía de nada ha llamado al traductor diciendo que era yo el que les había enviado la referencia y que me conocían muchísimo, que eran amiguísimas mías…

AGENCIA: ¡Pues figúrate si conocemos a León Hunter, que hasta estuvimos en su boda y mi mujer es la madrina de sus hijos!

TRADUCTOR: – ¿Estás seguro? Si León Hunter no tiene mujer ni hijos tampoco…

Clientes directos

Si le paso algún cliente directo a un traductor suelo advertir que es recomendable cobrar por adelantado. Puede ser todo o un parte.  Y suelo decir que «no conozco al cliente ni puedo dar ninguna referencia de pago«.

No recomiendes traductores a agencias sin referencias de pago

Pues hoy me ha pasado que he tenido que decir a una persona que no le recomendaba a nadie. Porque no la conozco y no tengo referencias de pago. Lógicamente, si no sé si pagan o no pagan, no les voy a recomendar a nadie para que luego a esa persona no la paguen y me vengan a mí luego con el marrón.

A veces ni contestan cuando les dices eso (porque saben que algo hay en su historial) y a veces dicen que son buenísimas y que llevan 70 años haciendo traducciones y pagando todas, etc. Pero el caso es que si no tengo base para recomendar, no recomiendo. Prudencia, ante todo.

No recomiendes a traductores (al 100 %) si no conoces su trabajo 

Lo mismo me pasa con los traductores: como colaboro poco con otros, si no he visto nada que hayan hecho tampoco puedo dar una recomendación al 100 % y meter la mano en el fuego, así que digo algo así como «las referencias profesionales que tengo de él/ella son muy buenas, pero no he tenido ocasión de colaborar nunca«.

Vamos, que en general, la persona te da buena espina por lo que conoces de ella (mensajes que hayas visto, las veces que has hablado con ella y cosas que te han contado) pero no vas a decir que sus traducciones son impecables sin haberlas visto.

Puedes decir que, en general, por carácter e integridad, te parece una persona de fiar.

Pero ya de eso a que sea capaz de traducir 15 mil palabras sobre física cuántica va un trecho…

Es como todo. Con unos clientes te va genial y con otros hay malas experiencias por muchos motivos. Aunque a ese traductor le haya ido bien contigo no quiere decir que le salga todo siempre bien. Puede tener mala suerte, como la tenemos todos.

Para concluir y como pequeño manual de las recomendaciones diría lo siguiente:

Prudencia siempre y no bajes las defensas totalmente. El que te haya recomendado un amigo o conocido no significa nada. Que te caiga bien el amigo, vale, pero el cliente no tiene por qué ser una maravilla de cliente…

No recomiendes a otros traductores a gente que no conozcas de nada. Si lo haces, advierte al traductor/a de que a esa persona no la conoces de nada;

Cuando te llegue un email de una persona que dice que te ha recomendado tal persona, manda un mensaje. Para agradecerle la recomendación y por si acaso hay algo que no te haya dicho… O (incluso) por si es falso que te haya recomendado (timos existen);

No estás en la obligación de recomendar a nadie (sobre todo a gente que no es cliente). Si no puedes recomendar a nadie porque no estás seguro: no recomiendes. Ya encontrarán algo por Internet o a través de otra persona.

Malas recomendaciones

Y, ya por último, también ten en cuenta que hay gente traductora (como en todo) con «careta». Y alguno hay también con mala leche que solo se pasan los peores clientes y se quedan ellos siempre con lo mejor (incluidos los buenos que les pasas tú)… Pero eso ya sería para otra entrada… 🙂

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