Leon Hunter

Manual de traducción jurada 7.2. Precios y forma de fijar los precios

precios en traducción jurada

Precios en traducción jurada

Seguimos el capítulo sobre precios en traducción jurada y la forma de fijar estos precios con algunos consejos sobre la parte más «oscura» (entre comillas) del mercado.

Regateos y descuentos: precios en traducción jurada.

¿Es España un país del regateo? Pues resulta que sí, según algunas consultas que he hecho, así se considera en guías turísticas. Lo que pasa es que una generación anterior a la mía y una o dos anteriores a la vuestra tenía mucha costumbre de regateo y nosotros lo hemos perdido y, por eso, o no sabemos o (en mi caso) nos enfadamos… También esto nos acarrea problemas al negociar los precios en traducción jurada con gente de otros países donde el regateo es costumbre. Es costumbre en: China, India, Indonesia, países árabes, Turquía, Grecia… Por citar unos pocos ejemplos. También hay regateo en países de América Latina y en el Este de Europa.

Se ha vuelto más común el regateo en España con la crisis o, de alguna manera, ha reaparecido o ha revivido y cuesta acostumbrarse…

He encontrado una guía en WikiTravel con algunas pautas para el regateo que os pueden servir de ayuda. Yo lo he leído y trataré de seguir los consejos, sobre todo en lo referente a no tomármelo demasiado a pecho y aprender a simplemente dejarlo si no merece la pena… «Choose your wars» es lo que dicen y si es por una minucia, déjalo y concentra tus energías en algo más importante para seguir desarrollando y mejorando tu negocio de traducción.

Descuentos por repeticiones

Como ya he señalado en el capítulo dedicado a las Cat Tools es infrecuente aún el uso de herramientas de traducción asistida en traducción jurada y, por tanto, no es común que se apliquen descuentos por repeticiones en los precios de traducción jurada. Ya que no se usan las herramientas que justifiquen ese descuento.

Descuentos injustificados y arbitrarios

Aquí es importante lo de “justificar el descuento” porque tras una mala experiencia con una agencia que sistemáticamente aplicaba descuentos de difícil justificación o reclamaba – de manera muy insistente – esas reducciones se me ocurrió pensar si existe base jurídica para la aplicación de los mismos.

Si aplican sistemáticamente descuentos en base a recuentos ficticios, nos puede llevar a pensar que es algún tipo de estafa a proveedores. Sin duda no es una buena práctica si quieres establecer unos precios en traducción jurada, ya que genera mucha desconfianza este cambio de precios sin una razón objetiva que justifique ese descuento.

En este caso, mi recomendación es que se pida a la agencia en base a qué computan esos recuentos y si vemos que frecuentemente son rebajas arbitrarias y no respaldadas por ningún tipo de herramienta (ni CAT tool ni programa de OCR) dejar de trabajar para ellos porque, en pocas palabras, te están timando.

Otro caso sería que no supieran realizar los recuentos (puede ser porque hay mucho PM inútil por ahí), que fuera un error o que, incluso, el error fuera tuyo porque te hubieran pedido el recuento a ti y te hubieras equivocado… Lógicamente hay que aprender a dar los recuentos y es difícil para ellos y para nosotros acertar.

Pero otro caso muy distinto es el que expongo aquí en el que sistemáticamente se bajan los recuentos y uno tiene la sensación de que es a posta y no es ningún error.

Ejemplo de conflicto traductor jurado – agencia

Un incidente fue el se produjo con una agencia de traducción que hizo lo siguiente: enviar una traducción en formato escaneado alegando que eran 8.000 palabras (de español al inglés donde normalmente la cantidad de palabras decrece pero nunca crece, a menos que la persona que haga la traducción al inglés sea especialmente redundante – en todo caso, puede ocurrir, incluso siendo muy repipis y redichos, que la cantidad de palabras en inglés sea igual a la del español).

Posteriormente se les entregó el archivo Word de la traducción con 11.000 palabras.

Dijeron que era todo correcto porque el recuento de 8.000 palabras se había hecho “sobre el origen” aunque no aportaron ni toma de pantalla del programa usado, ni el archivo de la conversión, ni el “txt” de Trados, ni nada de nada…

En un cruce de mails posterior con una PM poco diestra y poco diplomática salió a la luz que la agencia cobraba al cliente final las 11 mil palabras, completas, según recuento final y a la tarifa por palabra suya, que es superior. Además, mentían porque alegaban que los jurados siempre les cobraban sobre recuento final…

¡Toma ya!

En este tipo de casos es normal que uno se sienta estafado y en ausencia de una justificación, prueba válida o método fidedigno para respaldar la existencia de la rebaja y más si se sabe que el recuento que cobra la agencia al cliente es superior al que te pagan a ti, cosa que no parece muy honesta.

El otro día leía en The Economist que en cada industria estadounidense “there always has to be a lawsuit”, pero en traducción brillan por su ausencia y, dados los frecuentes abusos, es todavía más extraño que no se haya producido un juicio sonado.

Será porque no es suficiente el valor económico de la traducción como para montar un juicio (que es muy caro), pero si trabajas regularmente con un cliente que te rebaja palabras de encargos… ¿Cuánto dinero estás perdiendo?

Interesa, en ese caso, hacerse una tabla con todos los encargos, columna de recuento dado por la agencia y columna de recuento final y ver la diferencia… Porque una cosa es que yo tenga la «sensación» de que me quitan palabras y otra cosa es ver si realmente me las quitan o no me las quitan y cuánto me quitan.

Claro que en traducciones del inglés al español podemos suponer siempre un 10 a un 15 % adicional de palabras en la traducciónm pero no así en español al inglés.

¿Y cómo hago la tabla?

Encargo Recuento dado por cliente Recuento real Diferencia
Escritura 10999 5.000 6.500 1.500 * 0,09 = 135
Certificado 455 566 988 422 * 0,09 = 37.98
TOTAL:

172.98

En un caso concreto nos dimos cuenta de que veníamos a perder unos 300 euros al mes con recuentos que siempre iban en nuestra contra y se lo dijimos al cliente en una queja escrita. Luego llamaron y lo que dijimos es que si realmente los precios de Leon Hunter eran tan caros para ellos que lo que debían hacer era renegociar un precio desde gestión de proveedores pero no restar sistemáticamente palabras de los recuentos ya que – a nuestro modo de verlo – venía a ser una estafa y les podían denunciar por eso y que una cosa es que en un encargo puntual exista un error de recuento y otra cosa es que haya una sistematicidad en dar siempre mal los recuentos y siempre en perjuicio del traductor.

En mi opinión, lo que deberían haber intentado es haber negociado un precio más bajo por palabra o globalmente o por volumen pero no quitar palabras porque con eso no solucionas nada y solo das imagen de gestor poco honesto.

Recuentos comunes

En un anexo a esta serie (para no impedir el avance de la misma) se publicará una lista completa de recuentos finales de documentos comunes en traducción jurada español > inglés e inglés > español.

Más referencias sobre clientes y precios en el Blog de Leon Hunter:

Sobre las subastas de tarifas

Cómo ser jurado y no arruinarse en el intento. Tarifas mínimas (I)

Cómo ser jurado y no arruinarse en el intento: tarifas de traducción (II)

Marketing rápido y efectivo: la lista de tarifas

SIGUIENTE CAPÍTULO: CLIENTES RECOMENDABLES Y POCO RECOMENDABLES

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