Leon Hunter

Los números SÍ SE COBRAN

Pues este fin de semana me he llevado uno de mis pequeños rebotes al ver que alguien me decía que los números «no se cobran porque no hay que traducirlos» en una traducción jurada.

Vaya por delante que esta persona sin saber nada:

– Ni del presupuesto por palabra;

– Ni del precio global de la traducción;

– Ni de los servicios que estaban incluidos o excluidos.

Ya estaba diciendo que este número no se cobra por tales y pascuales y esta línea tampoco por esto y por lo otro, etc., etc.

Pues como si escribo a un pintor para pedirle presupuesto para pintar mi casa y antes de conocer el presupuesto, ni lo que valen los materiales ni la mano de obra, ya le estoy diciendo que puede mezclar la pintura plástica con un cuarto de agua para rebajarla, pintar con una sola capa porque sale más barato que con dos y que también puede irse a comprar la pintura a tal sitio y no a tal otro porque es más barata…

Os apuesto «mil duros» a que si le mandáis ese mensaje a un pintor ni os contestan porque van a pensar o que eres una persona entrometida, o una loca o una tacaña (o las tres cosas) y se van a ofender seguro.

Pero en traducción es pan de todos los días que ya antes de saber nada nos estén acusando de caros, de estafadores y de esto y de lo otro y, además, dándonos instrucciones sobre cómo hemos de hacer nuestro trabajo y lo que tenemos que cobrar y lo que no tenemos que cobrar.

¿Y quién dijo que los números no se cobran?

Pues igual es un mito que se ha extendido desde la traducción simple (no jurada) o desde alguna agencia de traducción caradura que quería rebajar costes, no lo sé. El caso es que se ha extendido y, en realidad, no tiene razón de ser porque los números en traducción jurada:

Hay que tipearlos porque los documentos vienen en PDF o en papel;

Se traducen porque se cambia el formato del número o, si está en letra, se traduce al otro idioma;

Dan muchísima guerra los números y frecuentemente hay que revisarlos varias veces. Precisamente este trabajo de revisión requiere – si realmente quieres traducciones sin errores – la ayuda de una persona adicional, que también va a cobrar por el trabajo de revisión.

¿Qué entienden por «números»?

Es interesante también esta consideración porque lo que algún cliente entiende por números puede no coincidir con nuestra idea o ser un despropósito. Hay veces que han dicho que traducir unas cuentas anuales es «poner números». Me ha costado muchísimos años de formación llegar a un nivel medio-alto en la traducción de cuentas anuales. He pasado muchas noches hasta las tantas estudiando para exámenes de finanzas (en los que se incluye el análisis de estados financieros).

Más importante que los números son los conceptos y entenderlos, pero estamos hablando también de personas con baja comprensión tanto de la traducción como de las cuentas anuales y que solo ven números. Una tabla de unas cuentas anuales no son números. Un balance no son números únicamente. Hay números, pero hay también cuentas que hay que traducir y con los nombres correctos.

Reclamaciones por números

Son frecuentes los casos en los que puede existir un despiste por un número. A veces son casos de poca legibilidad donde es difícil o incluso muy difícil discernir de qué número se trata o son casos de documentos manuscritos en los que parece figurar un número y luego es otro.

Otras veces somos nosotros los que nos equivocamos por las razones que sea: por cansancio, por descuido, por exceso de trabajo, por estar enfermos, por ser un mal día, etc.

Sin embargo, lo que no se sostiene con lógica es que un trabajo no te lo quieran pagar pero que sí pueda ser objeto de reclamación. Incluso de una reclamación que te supone tener que volver a enviar la traducción a tu costa y riesgo y que puede suponer, por ejemplo, que por esa traducción no ganes nada o apenas ganes algo (por el doble gasto de envío).

Lo que no tiene ningún sentido es que puedan no pagar un concepto X y, sin embargo, reclamarte por la corrección o no de ese concepto.

Incluso habrá casos en los que te reclamen por haber puesto mal un número (que no han pagado o no han querido pagar) y LUEGO te digan «mala pécora», «mala profesional» o lo que sea y se nieguen a pagarte la factura global de todo el trabajo por un error que has tenido en algo que no han pagado. Y me imagino que esos casos son más frecuentes de lo que la gente estaría dispuesta a reconocer.

Haciendo tablas de números como chinos

Llevamos todo el mes de agosto haciendo tablas de números como chinos y les hemos tenido que pagar facturas a X gente que nos ha ayudado tanto a confeccionar (una persona) como a revisar luego (otra persona distinta de la primera) esas tablas de números. Y todo eso es un coste considerable y forma parte del coste de la traducción, esto lo detraemos de lo que cobramos por la facturación global de la traducción.

Lo que quedaba por oír es que una cosa que nosotros tenemos que externalizar y pagar por el trabajo que lleva, que encima no podemos cobrarlo porque «son números».

Punteando números

Pues muchas veces nos topamos con una traducción de esas tipo vida laboral, expediente, la factura de la luz o cualquier cosa que se les haya ocurrido traducir que son tablas y tablas de números y más números… Y todo eso es un trabajo considerable (que frecuentemente lleva MÁS TIEMPO que la propia traducción por muy mecánica que sea la labor). Y para comprobar bien todas las filas y columnas de números no queda más remedio que imprimir el original y la copia en papel y puntear todo a mano para ver los errores que hay…

Son muchos los casos en que llegado X momento del día estas con los ojos rojos y vidriosos, la vista nublada, mareado… Todo traductor ha acabado echando mano del Visco Fresh (o similar) para no acabar pareciendo un monstruo de una película de terror.

Ojos vidriosos

Ojos vidriosos… Perdonadme por esta imagen tan grotesca…

Otro sistema que también funciona es el de cantar números y siempre que no sea muy tarde o no tengas vecinos te puedes dedicar a «cantar las cifras» como si fueras un niño de San Ildefonso… Esto lo pueden hacer también dos personas, cantándole los números la una a la otra que los verifica (aunque lleva mucho tiempo), para que sea más ameno.

Conclusión

En definitiva el sentido de este artículo es decir que los números de cobran por todo lo expuesto. Y si no se cobran pues tampoco tienen derecho a reclamar por un error en un número, ¿no?

Parte esencial del texto, como cualquier otra

Los números son parte esencial del texto de una traducción jurada y eso se demuestra en que nadie aceptaría una traducción en la que no figuraran o se hubieran obviado los números. Tampoco aceptan errores en números y si hay errores, se reclaman.

Como realmente no se pueden quitar o dejar en blanco los números y en un certificado de nacimiento (figúrate que no viniera la fecha de nacimiento de la persona que es un dato esencial) o en un certificado de notas (imagínate que no vinieran las calificaciones o la media, que es una información fundamental) tampoco se puede «no cobrar» por los números porque son una parte de un todo y no son un concepto desglosable.

Precisamente porque no es un concepto opcional u optativo que se pueda quitar o poner. No, el número tiene que estar a todas todas y yo como jurado tengo que ponerlo y revisarlo para que esté correctamente puesto y/o traducido al inglés (en su caso) y/o convertido a formato inglés y no es una parte de mi trabajo que pueda quitar u obviar.

Contenido relacionado: