Leon Hunter

Curiosidades de la RAE

Curiosidades de la RAE

Curiosidades de la RAE

Curiosidades de la RAE, sí, ¿y qué me va a contar este artículo que pueda interesarme?

Pues muy sencillo, la Real Academia de la lengua Española, aparte de tener una función determinante para la lengua castellana, ha pasado por numerosas variaciones y momentos históricos que sorprenden a cualquiera.

En este artículo vamos a repasar las principales curiosidades no tan conocidas de esta famosa y longeva institución. Además, si también te interesa conocer más a fondo a la Fundéu, tenemos un artículo sobre 10 curiosidades suyas.

Inicios de la RAE

Como toda historia e institución famosa, la RAE tiene un inicio. En este caso fue creada en 1773 por Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena. De hecho, el lema «Limpia, fija y da esplendor» es gracias a él. Sin embargo, la monarquía no reconoció la institución hasta un año después.

Tras más de 200 años de historia el emblema oficial ha cambiado en numerosas ocasiones, como es lógico. Pero lo que más sorprende es su capacidad de expandirse por todo el continente latinoamericano, llegando a crear hasta 22 academias de la Lengua Española.

Así se accede a los recursos de la RAE en la nueva www.rae.es

Un vistazo rápido por su portal web

Sillas

Como seguro que se conocerá, hay 46 sillas académicas que representan una letra del abecedario, de las cuales siguen vacantes a día de hoy la letra M y la J (cuyo último titular fue el dramaturgo Francisco Nieva, fallecido en 2016).</p)

Lo interesante de dichas plazas es que son vitalicias, es decir, que se mantienen durante toda la vida del académico. Por otro lado, se ha venido diciendo que la RAE era una academia sin representación femenina, sin embargo, no es cierto. En 2017, ocho mujeres formaban parte de este conglomerado, llegando a ser once en 2020. Entre las más distinguidas, podemos apreciar a Carmen Conde con el puesto K, o a Elena Quiroga en primera posición (A). Sin embargo, lo que sí es cierto, es que hasta 1978 una mujer no optó a este puesto, siendo la mencionada silla K.</p)

Elección de sucesores

Cuando un académico fallece no se convoca inmediatamente la votación para cubrir su puesto. Para la elección del sucesor, hacen falta los votos de la mitad más uno de los presentes en el mencionado pleno en votación secreta.

Letras de las sillas o sillones

Las letras, aunque ahora estén ocupadas por minúsculas y mayúsculas, no siempre fueron así. Al principio eran todo mayúsculas, pero se cambió para poder introducir un mayor número de representantes en el pleno.

La última letra en ser añadida fue la u minúscula, en 1996, y destinada a Antonio Muñoz Molina. Además, esta medida era prácticamente necesaria, puesto que la RAE no incluye los sillones de todas las letras (Ñ, W, Y, v, w, x, y, z).

Cabe destacar que las letras no tienen una función específica. El sillón con mayor representatividad ha sido el de la B, ocupado en hasta 20 ocasiones. La primera vez, por Juan de Ferreras en 1713 y la última, por Aurora Egido en 2013. Desde su creación, pocas veces se ha cambiado de sillón, aunque alguna ha habido.

Por ejemplo, José Zorrilla fue elegido para ocupar la posición H. Sin embargo, nunca optó por dicho sillón, sino que fue reelegido más tarde para la silla L.

José Antonio Conde cambió en 1818 de la G a la N.

Ramón Cabrera en 1820 de la R a la N y, por último, Vicente González Arnao en 1831 de la L a la G.

Para decidir estos cambios, la RAE tiene una Junta de Gobierno, el Pleno y las comisiones. El mencionado Pleno se reúne todas las semanas los jueves.

Sueldos

Algo que muchos se preguntan es sobre los sueldos de los académicos. Oficialmente no cobran, aunque tienen una serie de dietas por alojamiento, desplazamiento y comida para acudir al Pleno, pero nada más. El académico que sí cobra es Darío Villanueva Prieto (sillón D), por ser el director de la Junta y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Palabras más buscadas

Por otro lado, en la actualidad la RAE no quiere «reconocer» el lenguaje taringuero que se mueve sobre todo en ámbitos digitales. Además, el DRAE (Diccionario de la RAE), recoge anualmente todas las palabras más buscadas por las personas. Dando lugar a que, en 2013, las palabras más buscadas fuesen «cultura», «haber», «dar», «estar»… y algunas más.</p)

Funciones desconocidas

Pero esa no es la única función «oculta» de la RAE, porque además realiza compendios sobre aquellos errores que los españoles cometemos con mayor frecuencia. Por ejemplo, en España erramos continuamente al usar el famoso «leísmo», o las diferencias entre «por que», «porqué» y «por qué». O, sin ir más lejos, las formas del plural del verbo haber («habían muchas personas»). Esto lo hemos oído todos y estamos acostumbrados, pero la forma correcta sería «hay mucha gente en la sala», por ejemplo.

Una forma cómica de expresar la importancia de esta institución

Estos son solo unos ejemplos. La RAE recuerda una y otra vez que los españoles cometemos numerosos errores continuamente. Al margen de los mencionados, usamos dobles negaciones («no vino nadie»), frases mal estructuradas como «más mayor», no saber diferenciar «frito/freído» o numerosas pasivas reflejas mal empleadas.

Redacción en medios electrónicos

Muchas de estas palabras nos sonarán, pero no porque estén bien escritas precisamente, sino porque de tanto usarlas, la gente ha terminado por aceptarlas. Algo parecido ha hecho la RAE con términos innovadores y joviales como son «tuitear», «tuit», «tuiteo» o «tuitero» que, de hecho, están incluidas en un manual para escribir bien en internet.

Diferencias de la RAE frente a otros portales populares de consulta

Como sabe todo el mundo, Wikipedia está escrita —dicho de un modo simple— por todas las personas que quieran escribir en dicho portal, por lo que no se sabe muy bien dónde poner el filtro de calidad. Con la RAE esto no pasa, puesto que cada pequeño artículo o término es aprobado o denegado por los propios académicos. Si algún apartado de la lengua se quiere cambiar o actualizar, los académicos lo proponen al Pleno y éste de forma conjunta lleva a cabo dicha modernización o evaluación. Aquí se pueden ver estas variaciones.