Leon Hunter

10 razones para no hacer la traducción tú mismo

10 razones para no hacer la traducción tú mismo
Algunos clientes se plantean si hacer la traducción uno mismo o «a nivel interno» o subcontratarla. En este artículo ofrecemos algunos motivos por los que pensamos que es mejor delegarla a un profesional 🙂 Vaya por delante que nosotros somos los primeros que también – en ocasiones – tenemos dudas sobre la delegación o no de traducciones. Igual un traductor duda mucho si delegar o no una traducción… Pero, por muchas circunstancias (que veremos) no siempre es lo mejor hacer la traducción uno mismo…

1. Porque la lengua a la que quieres traducir no es tu lengua nativa

Seguramente habrás visto muchas webs donde indican: «solo trabajamos con nativos». Esto es por una razón y es que las empresas de traducción son conocedoras del problema que supone la traducción realizada por gente no nativa.

2. Porque se pierde mucho tiempo

Pues muchas veces es un caso de evaluar la relación coste-beneficio y ver qué sale más rentable. Que me dedique yo a hacer esta traducción, perdiendo muchas horas de mi tiempo que vale X por hora o que la contrate. ¿Qué sale más barato o más caro?

3. Por los costes laborales altos

Es un poco continuación del punto anterior, pero es una razón independiente a su vez.

Allá por el 2011 cuando tenía gente contratada más o menos calculamos que el precio por hora incluyendo Seguridad Social y todos los gastos era de al menos 25 euros por hora. Como tampoco eran traducciones 100% perfectas (ninguna lo es), añadía mi hora de revisión al cálculo a 40 euros por hora. Pues bien, era de tal manera que en muchas traducciones se perdía dinero.

Y pienso que en una empresa de cualquier sector debe de ser lo mismo porque – incluso si tienen a gente júnior o becaria haciendo las traducciones, eso tiene un coste alto para la empresa en el momento que están consumiendo las instalaciones, el tiempo de los compañeros, etc. A menos que tengan a la gente parada y aburrida (en cuyo caso igual ya es cuestión de ponerles a hacer traducciones sino de cerrar la empresa o reducir personal directamente).

4. Por el coste de oportunidad y la ventaja comparativa

Es un concepto en economía que, aplicado a países, significa que determinados países se especializan en la producción especializada de bienes con un coste más bajo. Según la teoría de la ventaja competitiva los países exportan los productos en los que tienen ventaja competitiva (los producen más baratos y mejores) e importan los productos en los que no tienen ventaja competitiva.

Así, si España, por ejemplo, produce 10 churros por 1 euro y en Alemania se producen 10 churros por 5 euros, tiene sentido que Alemania le compre los churros a España. Porque producirlos en Alemania sale caro y es mejor que dediquen sus recursos a otra cosa.

Por el contrario, si en Alemania se producen 10 salchichas por 0,50 y en España producir 10 salchichas cuesta 7 euros, serremos nosotros los que le compremos salchichas a Alemania.

En este ejemplo (simple) España debe dedicarse a producir churros y Alemania a producir salchichas.

En las empresas pasa lo mismo… Puede ocurrir que una traducción de 2 mil palabras hecha en una consultora cueste 400 euros, por los altos costes laborales, la baja productividad, otros gastos de alquiler y situación de la oficina… En cambio la consultora hace asientos contables a un precio de 0,01 céntimos por asiento.

En la empresa de traducción, nos cuesta 200 euros producir la traducción pero los asientos contables nos llevan bastante tiempo y tienen un coste de 10 euros por asiento.

En este ejemplo, la consultora debe hacer asientos contables y vender el servicio a la empresa de traducción y la empresa de traducción debe hacer traducciones y venderlas a la consultora.

Así se aprovechan mejor los recursos.

5. Porque da mala imagen

Es el caso de muchas empresas que han realizado traducciones no profesionales o que, incluso, han utilizado un servicio automático. Este es el caso de muchos «virales» difundidos de traducciones de empresas realizadas con traducción automática.

6. Porque se tarda más

Y es lo que vemos y comprobamos… Que pese a que se quejen de que las traducciones tardan mucho, a la hora de ponerse ellos a hacerlas, la experiencia es que sufren como nunca y tardan ni se sabe la tiempo. Nos ha pasado muchas veces con gente que ha dicho que la hacían ellos y luego se ha arrepentido…

6. Porque se lían con los formatos

Puede ocurrir también… Aunque los traductores no son maquetadores muchos sí que editan bien bastantes tipos de documentos. Y pueden solucionar el problema antes.

7. Porque piensan que hay que traducir cosas que no se traducen

Pues puede pasar cualquier cosa, desde que piensen que hay que traducir «El Corte Inglés» a «The English Style» a que se pongan a hacer conversiones raras como ONU por UNO.

8. Porque se ahorra en tiempo de edición

Puede ocurrir también, por ejemplo, en un trabajo a publicar que existan fases de traducción y de revisión. Cuanto mejor sea la traducción, menor será el tiempo de edición posterior.

9. Porque los empleados mienten sobre su nivel de inglés…

Lo confirman muchas estadísticas y artículos publicados… Prácticamente sale todos los días alguna noticia sobre las «mentiras» en el CV sobre el nivel de inglés o el bajo nivel de inglés de los directivos. Por tanto, nadie quiere enmarronarse con una cosa así y pedirle a la directiva «prácticamente nativa» que traduzca un informe y que salga mal… Muchas veces es preferible no meterse en líos con los compañeros…

10. Porque se puede echar la culpa al traductor 🙂

Es un poco continuación de la anterior… Y nosotros lo sabemos mejor que nadie. Que hacen todo a última hora y mal redactado y la culpa siempre es del traductor. Por eso a veces les viene bien externalizarlo, para atribuir la tardanza al traductor, pese a que han tardado varios meses en escribir una cosa altamente especializada que ahora pretenden que se traduzca para mañana o, incluso, para hoy mismo :))